lunes, 27 de enero de 2014

“Queremos tanto a Glenda” (Análisis)

“Queremos tanto a Glenda” es un relato corto de Julio Cortázar,  que narra la experiencia de un grupo de fanáticos de la famosa artista Glenda. Los aspectos de esta narración que se analizaron fueron el tipo de narrados, el tema del relato y los argumentos que sustentan al tema. Para empezar, el narrador en este cuento es  autodiegético ya que está contado en la primera persona del plural, es decir, se encuentra dentro de la historia. En ningún momento revela su identidad, pero deja claro que forma parte del grupo de protagonistas del cuento, ya que narra las diferentes experiencias por las que pasó el grupo de fanáticos desde sus inicios.

Luego, el tema general del relato es el fanatismo. La trama describe cómo se formó un grupo de seguidores de una estrella del espectáculo llamada Glenda, sus prácticas, el nivel de devoción que le tenían a la artista,  lo lejos que llegó su afición y las medidas que tomaron. Por último, los argumentos que sustentan la trama serían, de entrada, la admiración de Glenda por parte del narrador. Posteriormente, cuenta que poco a poco se empezaron a identificar entre sí los admiradores, y comenzaron a reunirse después de ver las películas de Glenda para alabar su talento. Así, el grupo crece en adeptos y adquiere solidez. El grupo  es dirigido tácitamente por Irazustra, uno de los dos personajes identificados por el narrador; otro personaje es Diana Rivero. Poco a poco, se instauran ciertas rutinas para llevar a cabo sus rituales de asistencia y crítica de las producciones en las que salía Glenda –siempre veneraban su actuación- , aunque no planeadas; todos actuaban de manera independiente pero con el mismo fin: idolatrar a Glenda. 

Es así como un día, Glenda anuncia su retirada del mundo del espectáculo. El club se toma este evento bastante bien, incluso les parece que es lo mejor que podía haber pasado en ese punto. Es decir, Glenda se retiraba justo en la cima del éxito, ellos la recordarían magnánima y perfecta. Sin embargo, la artista se arrepiente y anuncia su regreso. Los fans no están de acuerdo, les parece un atentado contra el culto a ella, no lo toleran. Así  pues, sin una declaración explícita, el grupo sabe qué es lo que debe pasar a continuación. Glenda debe morir. Con miras a la conservación de la gloria. Lo interesante es ver la psicología del grupo, como se pueden compartir sentimientos y pensamientos entre todas las personas que formaban el club de fans, una comunión con Glenda como médium.

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